martes, 23 de abril de 2013

Gestando una teoría sobre la estructura del sacrificio.

"BAD HAIR DAY": TENER UN MAL DÍA.
COMO ESOS EN LOS QUE NO HAY FORMA DE DOMAR EL PELO.
ALGO PARECIDO A  "...Y YO CON ESTOS PELOS"





Tengo la idea de que las enfermedades compulsivas, obsesivas y adictivas que tienen que ver con nuestro cuerpo están ancladas en una estructura psíquica más profunda que la neuronal o la biográfica, incluso más profunda que la que nos proporciona el código social en el que vivimos, aunque las tres sean factores decisivos en la gestación de estos grupos de síntomas.



El cuerpo es lo que tenemos. Se podría decir sin exageración: el cuerpo es lo único que tenemos. No es nada extraño entonces que un conflicto de emociones, o un enfrentamiento con la realidad, o un desajuste en los terminales cibernéticos de nuestro ser, se exprese y suceda en el cuerpo, igual que una enfermedad física. ¿Dónde si no?. Esta obviedad contiene algo que no es tan sencillo: más que ocurrir en el cuerpo como continente, le sucede al cuerpo, éste toma una vida "propia" paralela a nuestra voluntad, como si se tomara la justicia por su mano, se erigiera en un individuo más verdadero y activo que el que creemos ser, y contra el que apenas podemos hacer nada, errar de consulta en consulta, tomar pastillas, digerir autoayudas, llorar, desesperar. 

Lo compulsivo, en términos lingüísticos, no es más que eso, un cuerpo que ha usurpado la voluntad de la mente, no del cerebro, que es puro cuerpo, sino de la mente como depósito de intenciones y creencias, eso tan poco localizable, pues la mente va más allá de contenerse en un órgano por más preponderante que éste sea. ¿O no nos sonrojamos cuando unas palabras nos avergüenzan? ¿No hay una reacción física, vertida en el cuerpo? Provocada por:


-Palabras (algo inmaterial)
-Vergüenza (algo subjetivo y relativo a cada persona, situación y valores)
-Falta de control (algo "compulsivo", aunque no patológico)

Ejemplos como éste tan cotidiano podría haber muchos.

Es decir, en la enfermedad psíquica lo que ocurre es lo mismo que en la salud, el cuerpo abandera una reclamación suscitada por un estímulo, externo e interno a la vez, no necesariamente material, pero en la patología llega a un extremo mucho más lejano, llega hasta la anulación parcial de la conciencia.
Mi idea es que estos conflictos corporales, anorexia, bulimia, dismorfofobia, vigorexia, sin despreciar las hipocondrias, los males psicosomáticos, etc...representan para el ser humano una concesión a la lucha o a la queja por algún agravio espiritual, una contradicción con el entorno social, una injusticia, una disconformidad, en definitiva un conflicto que el individuo no puede resolver solo, y que esa concesión va en detrimento del propio cuerpo, desdoblado para lograr la fuerza que uno estando entero no podría tener ni justificaría un mal estrictamente físico y de "uso privado".

El cuerpo es lo que sacrificamos, pero lo hacemos dentro de él.
Más adelante me adentraré en el por qué. Ahora os muestro este documental:


Sobre la tricotilomanía, "desorden" de los impulsos que empuja a arrancarse el cabello.



LA DIACRONICIDAD SOMÁTICA



Sansón y Dalila, Diego López el Mudo, siglo XVII

 

De entre todos esos trastornos de la voluntad sobre el cuerpo, he elegido los relativos al cabello porque creo que representan la forma primaria de todos ellos. Lo explicaré.
No es infrecuente que la psiquiatría y la antropología expongan los sacrificios -automutilaciones o mutilaciones simbólicas, como las del corte de cabello ritual- como eso mismo: un sacrificio simbólico en el que una parte corporal se toma como si fuera el todo, como si fuera el cuerpo entero (ver Cabello mágico, de EDMUND R. LEACH).
Cada ceremonia relacionada con el cabello tendrá un sentido distinto según su contexto cultural, eso lo explica muy bien Leach, pero no hablamos aquí estrictamente de significados, sino de una estructura inscrita en el cuerpo a la que llamo "diacronicidad", que sería como un mapa dinámico de la historia, de la propia historia, de la historia de la especie, de la del cosmos, y, principalmente, de la dimensión temporal -y transitoria- de la vida. Algo análogo a la incorporación relativista del tiempo a la materia o espacio, pero en el territorio de la vida somática.

Este mapa no es la memoria, no es el conocimiento inconsciente de la historia, ni tampoco es una colección de lugares y hechos sujetos a la temporalidad, ni la conciencia de la finitud de la vida, sino que es el interruptor de todas esas cosas conectado directamente a la experiencia. Es el propio cuerpo, como pensándose a sí mismo:  
Agravios o carencias, deudas sociales o naturales, tienen que sufrirse también en el cuerpo, quiero decir, sobre todo en el cuerpo, pues como lugar concreto, no hay otro. 

La diacronicidad somática es el poder de asimilar, a través de la experiencia y por parte del cuerpo, procesos idénticos a los ciclos vitales. La respuesta a una crisis o a un trauma se tomaría de todo esto que se ha asimilado y propondría un sacrificio (un intercambio entre la parte "enferma" y el todo), que reintegre el mundo añorado o la unidad de los intereses entre un cuerpo y todos los demás. Este sacrificio, colectivo en la mayoría de los casos que nos son conocidos, en muchas y distintas culturas, se da, entre nosotros, sin instrumentos para la conciencia y en soledad (v.gr. tricotilomanía).
La médula de este sacrificio es el objeto de este mini-ensayo: el cuerpo se concede a sí mismo como sacrificado, pero sin morir, como un hábil militante, y sustituye también el todo por la parte. Se sacrifica, no un "trozo de cuerpo", sino un tramo. Un tiempo de su vida. 


Si bien Freud ya nos habló de los mecanismos de conversión histérica, en los que algo psíquico se transformaba en físico mediante un desplazamiento de la energía libidinal, idea que resulta perfectamente compatible con lo que aquí se trata, sin embargo la descripción de esos mecanismos no incluye la dimensión temporal, sino que éstos son formas de desplazamiento de lo "reprimido". Pero para el cuerpo el tiempo está ligado a lo más preciado del universo -la duración, la continuidad y el cambio, la posibilidad de mutar, la eternidad, el movimiento- y si algo precioso se puede conceder es tiempo: tiempo de vida. 
Por eso creo que el cabello es el paradigma de este sacrificio: porque el cabello crece, se corta, resucita, es la forma ideal de morir dentro del orden natural, donde nada se destruye.
Hay dos elementos físicos complementarios a estos atributos del cabello: las uñas y el cordón umbilical, ambas cosas muy importantes en el área del sacrificio, a las que volveré más adelante.






En el templo hindú de Balaji, familias enteras peregrinan para ofrecer sus cabellos al dios Vishnu en busca de favores divinos.


La leyenda explica que Vishnu, al planificar su boda, acumuló una gran deuda con Kubera, el tesorero de los dioses. Kubera había fijado un interés tan alto, que decidió que el préstamo sólo podría ser pagado por las generaciones futuras. 






'Lady Lilith" por D G Rossetti (1828-1882), grabado por Theodor '






La idea de que el cuerpo desarrolla un sentido de la diacronicidad es hipotética. No obstante, también es útil para explicar algunas cosas:acerca de las investigaciones que Freud dejó en marcha, sin concluir, respecto al papel de la repetición, en







El duelo patológico o melancolía (lo que hoy llamamos depresión puede entrar en estas categorías) es un proceso de ida y vuelta al objeto perdido hasta que el doliente está preparado para despedirse de él o conservar su recuerdo de algún modo. En el sujeto melancólico, la pérdida es insoportable y se ve obligado a escindirse para que una parte de él ocupe el vacío que lo perdido ha dejado. Esto también sucede en el duelo normal, pero la escisión del melancólico parece irrecuperable, la inversión de tiempo en las idas y las vueltas, las incorporaciones y los reproches al objeto, se repiten de una manera exagerada, un duelo como ese puede durar toda la vida, siendo el objeto perdido inconsciente, es decir, sin que el melancólico sepa qué es lo que ha perdido, puesto que la escisión es también inconsciente (una parte de él es el otro).
Freud pensó que el instinto de muerte -necesidad de volver a la unidad-  era el propulsor de estas repeticiones, pero no quedó satisfecho con esta explicación, le seguía pareciendo que se invertía demasiado tiempo, que el duelo no exigía ciclos interminables por sí mismo, que quizá la repetición era un instinto independiente, presente en muchas otras manifestaciones del sentir humano.






Lo que se plantea aquí es que la repetición sirve precisamente para alargar el tiempo de duelo, para gastar tiempo. Sin ese componente de autosacrificio del propio tiempo -vida- el duelo de esa categoría terminaría antes. Pero es preciso resolver la pérdida a lo largo de la vida: la vida perdida es lo irrecuperable, y el doliente se identifica con esa imposibilidad de recuperación. En cierto modo, hay un fondo de sentido de la injusticia, una exigencia filosófica de devolución envolviendo la añoranza del objeto concreto. En este texto, eso es la diacronicidad somática. No hace falta que esté unida a ningún terminal biológico concreto, es un lenguaje para aprehender y distribuir el tiempo.




Plañideras egipcias. El gesto de agarrarse, echarse ceniza o mesarse los cabellos está en muchas ceremonias de duelo.


Medusa, Melusina

                    



El tema de las relaciones entre el pelo, el tiempo y el sacrificio son muy extensas, pero lo esencial de estas relaciones está en las cualidades únicas de maleabilidad psíquica, orgánica y cultural del valor tiempo. En una perspectiva distinta de la habitual, hay cierta dosis de verdad añadida en la expresión "el tiempo lo cura todo".



Un ejemplo a vuelablog: Los Toda, de los que ya os hablé hace unos días en otra serie ("Continentes contenidos"). El ritual en la producción de los derivados de la leche de búfala es un continuum del que se encargan los sacerdotes Toda (productores), un perpetuum mobile que  nunca es interrumpido por una marca final o muerte simbólica; esa ceremonia coincide con el procedimiento de elaboración de la leche, como en una  fusión entre la vida concreta productiva y la religiosa o "vida total" (el ritual está descrito ampliamente en los libros citados en el post de los Toda), y utiliza las herramientas de trabajo (cubo, cuchara de la leche, etc...) tal cual fueran instrumentos de la creación divina y de la continuidad de la vida de la tribu. Mientras dura el sacerdocio, estos sacerdotes-lechero no cortan su pelo. Además, en la India el cabello es un don: El Ganges vino a la tierra desde el cielo a través del cabello de Shiva. El cabello es una  representación del tiempo en muchos personajes clásicos, cuentos, mitos.





También aparece en la Biblia la prohibición para los "nazareos":

"Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza; hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová, será santo; dejará crecer su cabello." Números 6:5.

El nazareo era una persona apartada para el servicio exclusivo a Dios y debía seguir una serie de reglas a fin de conservarse puro. Una señal de su condición era el cabello largo.
Sansón era uno de ellos, por lo que este personaje encierra un misterio: si bien su pelo está divinamente dotado para darle una gran fuerza, no se dice que todos los nazareos tengan el mismo don aunque si la misma obligación de dejarlo crecer. Algunos exegetas han opinado que es por eso que Sansón es una "instancia yoíca", es decir, un individuo que ha tomado conciencia de sus límites y poderes. Esta cuestión es sumamente interesante porque su análisis pondría de manifiesto un discurso histórico hacia un ideal del yo que culminaría en su definición por parte de Freud.
El "Yo" sería análogo a "Dios" en el sentido de que existe sólo si crees en él.














CONCLUSIONES


La tricotilomanía y el universo



-El sacrificio es la forma básica que toma el cuerpo para modificarse a sí mismo o al entorno (dar una parte para redistribuir el todo).


-El valor original que maneja el sacrificio es el tiempo.




-El cabello es el sustituto del cuerpo entero al reproducir físicamente el ciclo de la vida y la muerte, la parte y el todo, el individuo y la comunidad.



-La enfermedad psíquica relativa al cuerpo es una variante del sacrificio en grupo.




ZOOMEMORIA


Además, el cabello puede representar un vestigio de la capacidad de adaptarse a la naturaleza por la vía corporal, como todos los animales, capacidad que el ser humano perdió sustituyéndola por la adaptación cultural. El cabello es como una cola que aún conservamos. Es aquella región de nuestro cuerpo que todavía se mueve y se transforma cuando ya el frío no lo combatiremos con lana corporal o espeso vello, sino con inventiva y tecnología.


Por otra parte, el cabello ocupa un lugar importante dentro de un red de funciones del ecosistema. 



Copio un fragmento de 

Los afectos ocultos en la enfermedad del cuerpo (LUIS CHIOZZA, OBRAS COMPLETAS
TOMO XIII, Afectos y afecciones, Libros del Zorzal, 2008. B.A.)



La principal tarea que los hongos realizan en la naturaleza, junto con algunos otros microorganismos, es la degradación de material de desecho ... resulta revelador que el carbono contenido en tejidos resistentes como pelos, cuernos o pezuñas puede ser
reciclado sólo por los hongos, que son los únicos que poseen enzimas capaces de digerir tales tejidos.
Como puede comprobarse en muchas otras de las acciones que desarrollan los seres vivos, el resultado de la actividad descomponedora de los hongos excede a las necesidades vitales de los individuos que la desarrollan, y este plus queda a disposición de otros organismos.
De modo que, debido a su capacidad de descomponer la materia orgánica en sus componentes más elementales, la existencia de los hongos es fundamental para la vida de los organismos superiores. Esta función, en especial en lo relacionado con el nitrógeno, el carbono y el fósforo, permite la creación de nuevas combinaciones que reinician el ciclo vital.


Es decir: existiría una base fisiológica que permitiría atribuir al cabello esas otras funciones de síntesis que desarrollábamos al principio de este post: la de descomponer en favor del grupo, la de recrear el ciclo vital y la de proponer un cambio en éste.




Actualidad:
Aún es pronto para encontrar material abundante sobre las tricosis o patologías psíquicas relacionadas con el pelo. La tricotemnomanía -deseo irresistible o cumpulsión a cortarse, no arrancarse, el pelo- empieza a reconocerse tras las coartadas de la dismorfia corporal, relacionadas con la moda y la belleza: el conflicto vertebral está en el uso de los "ideales". El ideal debiera ser un punto de partida para generar un camino real, no un objetivo al final del camino. La partitura no es la música, sino su mapa interpretativo.
Por eso en nuestra sociedad los ideales de belleza o perfección coinciden con personajes famosos, seres "reales" como si se nos diera a entender que el ideal es posible, está en la realidad. esos modelos ya no son vírgenes o ninfas pintadas o héroes de un imaginario compartido, como pudo ser en otro tiempo, la simetría en la palabra "modelo" (en su doble acepción de imagen ideal y profesional de la moda) no es gratuíta. Digamos que nuestros modelos actuales nos hacen "ir al revés": del camino al ideal, en lugar de ir del ideal al camino.
Para que el camino tomara la dirección transitable, el/los modelos  o ideales deberían permanecer incompletos y abiertos a sabiendas de que sólo existen sus versiones y ningún original.




TEXTOS

Parece que los cabellos han de resucitar mucho menos que las otras partes del cuerpo.

TOMÁS DE AQUINO. De la integridad de los cuerpos resucitados,.

"PARATEXTUALIDAD"









Comunidad Miao del Cuerno Largo




BORDADOS CON CABELLO HUMANO

Esta técnica, una tradición especialísima de China, viene de la época de la Dinastía Tang, desde el siglo VII. Consiste en bordar diseños usando cabello humano como hilo de bordado. Como el pelo de los chinos es casi siempre negro, este es el color monocromático que predomina en estos bordados, aunque se suelen teñir muchas veces los cabellos antes de bordarlos para dar variedad de colores. Un bordado de este tipo en China es considerado un regalo valioso y una magnífica pieza de colección.





Hopi










La Mujer Araña, la que teje la vida, Gran Madre de los indios Hopi nativos de la zona sudoeste de Norte América. Esta Diosa también conocida como Abuela Araña, Diosa Madre generadora de vida en la tierra, con la capacidad creadora de la araña al tejer su tela; pero también con su agresividad. Su tela, es una red en espiral, Simbolizando así el centro del mundo. En otras tradiciones asume el papel de divinidad que guía a los hombres hacia los mundos superiores. También juega un papel fundamental en un mito que se repite entre las diversas culturas: el robo del fuego a los dioses. La astuta araña se lo entregó a los hombres, a pesar de que Cuervo, Culebra, Búho y Caballo habían fallado previamente (mito Cheroquee).  La leyenda de la Mujer Araña aparece en muchas culturas nativas alrededor del mundo. Los antiguos entendían estas fibras luminosas en un nivel muy profundo, en el cual nos marca la unión entre todos los seres que existimos en este mundo, sea separado por especie o unido por habitad, todos tejemos juntos el mundo en el cual vivimos, a través de la energía y el pensamiento, entendiendo que “la energía sigue al pensamiento”. Cuando la gente dice que somos lo que pensamos, esto es de algún modo verdadero y debemos entender lo que verdaderamente significan estas palabras. Y lo que significan es que, en un nivel, todos somos responsables por cada hilo, por cada fibra que nos conecta.







El pelo es una extensión del sistema nervioso o Por qué los indios se dejaban el pelo largo





                             Rapunzel y Petrosinella


Otra virtud del cabello es su condición de "recurso natural" ante la eventualidad, la posibilidad de convertirlo en un instrumento, de hacer frente a situaciones, expectativas y transacciones sociales, sin moverse del propio cuerpo. Son ejemplos de ello María Magdalena, cuya cabellera sirve ritualmente para secar los pies de Jesús, Lady Godiva, que cubre su desnudez con el vestido de sus largos cabellos, o Rapuntzel que convierte en escalera su trenza. 


                                                                  

                                 Te amo por ceja 

Julio Cortázar 


Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas que dormían en la lluvia. No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano,porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,y los gestos, esa arquitectura de la nada,encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo,busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo. Además te quiero, y hace tiempo y frío.





















La trenza colectiva: una colección sobre la omnipresencia de la trenza.








El samurai y su cabello


El cabello de un samurai es, al igual que su katana, un símbolo de estatus. Tanto es así que lo más normal es que los samurai no se corten jamás el cabellos (excepto para retirar puntas dañadas y demás arreglos por necesidad). Así, desde que nacen, los niños de la casta samurai no se cortan el cabello, pudiéndoselo recoger en coletas bajas, trenzas, moños redondos y demás recogidos. Solo la llegar a la edad adulta (al superar su gempukku) tienen permitido el usar la tradicional coleta alta de samurai, el moño del samurai y todas las variantes de éstos.

Un samurai debe cuidar de su cabello a diario, si bien no lavándolo (que por circunstancias puede no ser posible, así como el aseo del resto del cuerpo), cepillándolo hasta que quede liso y sin nudos, rehaciendo el peinado (en la variante que sea) del samurai a diario. Es una obligación común que, si el samurai está en su hogar, sea su esposa la que se encargue de su cabello (aparte del suyo propio).

Notese que un campesino debe llevar el pelo corto (tal y como se lleva hoy en día), siendo la excepción a esto las mujeres campesinas, que pueden llevarlo largo hasta los hombros, pero no más allá de éstos. Esto es así a cualquier edad del campesinado.

Una excepción a esto son las geisha que pueden portar el pelo tan largo como deseen (sin llevar jamas la coleta o moño samurai, por supuesto). Los actores deberán usar pelucas, de pelo de animal.

Solo hay cuatro excepciones, en las cuales un samurai cortará su cabello.

La primera es en caso de que se retire a un monasterio, momento en el cual se rapará por completo la cabeza, tomando así un estatus visible para todos.

La segunda es en caso de deshonor. Los ronin suelen cortarse el cabello, bien manteniendolo corto después o volviéndolo a dejar crecer. La coleta de samurai así cortada suele entregarse al señor ofendido o al templo más cercano. Hay algunos ronin que se niegan a cortarse el cabello, manteniendo así una pizca de orgullo para consigo mismos. También hay samurais que, al enemigo vencido, le arrebatan aún más su orgullo cortándoles el pelo, que es tremenda humillación.

La tercera es en caso de luto. Una mujer puede cortar su cabello en señal de duelo por sus padres, esposo o hijos, ofreciendo su cabello a la pira funeraria. Samurais también pueden hacerlo con su señor, sobre todo si este era especialmente famoso, honrado o querido, como símbolo de que le acompañarán en su muerte.

La cuarta y ultima es, tan sencillo y tan complicado, como presente entre amantes. Un simple mechón de pelo se considera el regalo más íntimo que se pueda hacer, pues no sólo se regala un trozo de estatus, y del propio samurai, sino que da pie a utilizar magia sobre él, usando el cabello como vía para acceder a su persona más fácilmente (el cabello que se corta, queda en peines y demás, se quema siempre). Es una muestra de confianza casi al nivel de que un Escorpión se desvele ante uno.

En cuanto a los tintes, son los Grulla los que más uso hacen de éstos, al teñir su pelo de blanco plateado en honor a la Dama Doji (aunque los que nacen con el pelo blanco plateado y los ojos azules, los Benditos por Doji, son fácilmente distinguibles de un teñido, puesto que hasta sus pestañas son de un prístino blanco). Los León también suelen teñir su cabello, de rojo o rojo dorado, para parecerse más al animal que los representa. Otros colores de cabello (negro, castaño) son los más comunes, presentándose colores pelirrojos y rubios en los León, rubios en algunos Unicornio (aunque son muchos menos y acompañando a una piel mucho más morena) y albinos (pelo blanco simple y ojos rojos, aunque son considerados de mal agüero).

En cuanto a peinados, cabe destacar el trenzado con cintas de los Unicornio, que trenzan su pelo con cintas de seda de diversos colores, de grosor variable (llegando incluso a portar una coleta de samurai de trenzas apretadas, en lugar de pelo suelto), y del resto de peinados y variantes, hablaremos más adelante.


http://kinojinmei.blogspot.com.es/2013/01/el-samurai-y-su-cabello.html




Tu pelo, por algo está

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tengo mucho tiempo buscando, una respuesta a todos mis síntomas de desprecio ese estado de repetición y lo peor es que nisiquiera se a que le doy mi tiempo, que es lo que quiero recuperar, pero con esto no buscaré lo perdido, partire de un ideal gracias me lleno de luz,

Deb dijo...

Gracias por tu comentario.