domingo, 26 de noviembre de 2017

Isoldas



Tristan e Isolda representados por el pintor Herbert Draper (1863–1920).



La bella Isolda de William Morris


Tristán e Isolda es una leyenda, incorporada al ciclo arturiano, que cuenta la historia de amor entre un joven llamado Tristán y una princesa irlandesa llamada Isolda, conocida popularmente como «La blonda» (la rubia), para distinguirla de otro personaje homónimo en el mismo relato, «Isolda la de las manos blancas».​ La principal característica de la historia se basa en mostrar un idilio extraordinario, que escapa de todas las normas y de los sentidos morales, centrando su atención en los sentimientos de los protagonistas.​ La trama, está enraizada en tradiciones que probablemente se remontan a la época de la dominación vikinga de la isla de Irlanda en el siglo X, durante el periodo del Reino de Dublín,​ aunque incluye elementos procedentes probablemente de otros ámbitos culturales.


Rogelio de Egusquiza


Se trata de una de las principales obras culturales de la edad media y el referente para la evolución cultural de la música del posromanticismo y otros movimientos culturales importantes del siglo XIX, así como la tendencia al gigantismo en una amplia variedad de artes en el siglo XX.​ Se escribió originalmente en francés, aunque luego fue traducida al alemán por el poeta Godofredo de Estrasburgo. Posteriormente se tradujo también al inglés, así como al noruego.​ La obra alcanzó su pleno desarrollo artístico entre los anglonormandos del siglo XII.
De las distintas versiones escritas en el siglo XII destacan las de BéroulThomas de Bretaña y Eilhart von Olberg, siendo la versión del autor Godofredo de Estrasburgo una recopilación posterior de estas tres anteriores.​ De todas las representaciones, la más afamada de ellas, además de por la ópera llevada a cabo por Richard Wagner,​ por su valor literario, misticismo y exaltación del amor humano, además de su descripción de la «Minnegrotte» (La Gruta del Amor), es la realizada por Godofredo.​
De la obra original en francés solo se conservaban algunos fragmentos del siglo XII, pero unidos a las partes de la misma leyenda escritas por el poeta anglonormando Thomas de Bretaña, sirvieron como principal fuente para la versión de Godofredo del siglo XIII. Es bien probable que la leyenda se forjase a través de tradiciones orales formadas en figuras tradicionales, mitos y folclore local combinado con mitos ancestrales, a las que se les añadió un toque dramático cuando fueron escritas.

Leyenda de Tristán e Isolda pintada por August Spiess en 1883.



John William Waterhouse: Tristan and Isolde Sharing the Potion


Tal y como se la conoce hoy en día, es parte de la herencia difundida por el Romanticismo del siglo XIX mediante la ópera de Richard Wagner, pero sus primeras referencias escritas aparecen en el siglo XII gracias a trovadores provenzales como Guerau de CabreraCercamon o Bernart de Ventadorn, quienes entrelazan la tradición de origen celta con la literatura medieval francesa, pero a la vez evidencian que la historia ya se conocía en Francia antes de ser escrita.​ Debido a la conexión entre la corte de Enrique II de Inglaterra y Tomás de Bretaña, algunos autores han sugerido que la composición de la obra, fechada en 1160, es creación de Leonor de Aquitania, reina consorte de Francia e Inglaterra.​
La versión de Béroul, situada según los autores entre 1150 y 1191 y posterior a la de Tomás, consiste en un romance en verso compuesto por 4 000 octosílabos que narra distintos episodios de la leyenda de forma épica. No obstante, es una obra discontinua que no permite reconstruir la trama de la leyenda de forma global. Tomás de Bretaña se centró en algunos fragmentos, allá en 1173, pero dejó grandes lagunas, además de enfocarse mayoritariamente en el tema del amor.​ Por su carácter lírico y con mayor cercanía a la poesía provenzal se considera a la versión de Thomas más cortés y refinada, aunque mutilada al comienzo, mientras que la de Béroul, que carecía de final, y que también se estima que se basó en Thomas para continuar la suya, se centra más en cuestionar el lugar que el amor y el deseo ocupan en la sociedad.​
Finalmente terminó expandiéndose por toda Europa, dando lugar a distintas versiones de la misma historia.​ En Italia, en el siglo XIV apareció la danza «Il lamento di Tristano» y en España, durante el reinado de los reyes católicos, donde se popularizó en la corte a modo de romancero castellano. Posteriormente, ya en el siglo XX, fue recopilada en una obra de romances españoles llamada «Flor nueva de romances viejos», por el erudito medievalista de la «generación del 98» Ramón Menéndez Pidal, durante los años 50 de ese mismo siglo.

Anna & Elena Balbusso: Tristán e Isolda.


En el primer tercio del siglo XIV, el Arcipreste de Hita leyó un Tristán. Una de las versiones francesas de la historia de Tristán fue traducida al castellano e impresa por primera vez en Valladolid en 1501, con el nombre de Libro del muy esforzado caballero Don Tristán de Leonís y de sus grandes hechos en armas. Dada la popularidad que alcanzaron los libros de caballerías, la obra tuvo un éxito muy considerable, ya que se reimprimió en Sevilla en 15111520152515281533 y 1534, e incluso tuvo continuación en una segunda parte llamada Tristán el joven, que relata las hazañas caballerescas de un hijo de Tristán de Leonís.

Entre 1857 y 1859Richard Wagner compuso lo que ahora es considerada su obra maestra, Tristán e Isolda. En su obra, Tristán aparece como una figura romántica condenada.

Existe una versión animada francesa, dirigida por Thierry Schiel (2002), así como una película estadounidense protagonizada por James Franco y Sophia Myles (2006). Además de los filmes directamente influidos por la leyenda, existen versiones libres basadas en el hecho central de una pareja irresistiblemente atraída a pesar de la imposibilidad moral de ese reencuentro. Uno de esos ejemplos es el film La Femme d'à côté de François Truffaut (1982)

Marco Antonio de la Parra, el gran dramaturgo chileno, escribió su versión del mito clásico tomando como centro de la acción un encuentro posterior a los hechos conocidos. Representada a nivel mundial, actualmente se presenta en Buenos Aires con Florencia Prada Duhagon y Matias Pisera Fuster como los eternos amantes, bajo la dirección de Marcelo Caballero.

Tristán e Isolda

1979Tom Donovan 


 August Spiess. Muerte de Isolda. 1883. Castillo de Neuschwanstein



Isolde, por Aubrey Beardsley, ilustración en 'Pan', Berlín (1899-1900)


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