domingo, 14 de enero de 2018

PUENTES SOBRE AGUAS TURBULENTAS: "ABRERRELATOS"




La espera, y de algún modo su optimista hermana, la esperanza, constituyen el nexo del conjunto de relatos integrados en "Abrerrelatos", el nuevo libro de Puig-Pey Stiefel.

Espera o esperanza que se desprenden del balance que los personajes realizan entre expectativas creadas y experiencia del mundo.

Personajes fantasma, en un mundo aprisionado por un enjambre de palabras y referencias que no han hecho, bajo la pretensión de aclararlo y allanarlo, más que incrementar el zumbido y dejado como único salvoconducto la pulsión del desdoblamiento, la habitación del hueco para lograr hablar desde otra parte.

En la mayoría de los quince relatos existen unos ojos que de modo imprevisto confluyen en otros ojos, creando en los personajes sorprendidos de ese modo la latente transferencia de una espera, la transformadora experiencia, secreta en ocasiones, del amor o el reconocimiento.

Así le sucede a la ciclotímica ama de casa de "El barro puede aprisionarte" con el cowboy viril y misterioso que penetra noche tras noche en sus sueños, como también a Dinorah, la muchacha judía enamorada del magro e impostor Mordechai, cuya falsa identidad mantiene en pie, sin embargo, la esperanza en el regreso de su padre, perdido en la diáspora.
También a Rosa Andrade, visitada de niña por la mirada de un amigo de su padre y que ha llenado, desde entonces, ese profundo hueco con sucesivas copias del original con la tierna intención de reemplazarlo.

Antropóloga de formación, la autora pone en juego en los relatos la crítica o el cuestionamiento de la cultura como hecho material, como extrañeza: siendo un producto humano, puede ser revestido de lo mejor o lo peor de nosotros, convertirse en una medicina, como le ocurre al botánico de "Las violáceas", o en una trampa, como se narra en "Arcilla. Tabula non rasa" o en "Retablo de bodega".

Un espectro, el de Freud, el de la proliferación inacabable de las interpretaciones sobre el propio pasado o el pasado colectivo recorre los relatos y la memoria de los personajes.
Porque conforme pasan los años el pasado, el presente, se convierten a menudo en un caudal de aguas oscuras, turbulentas, y es necesario imaginar, recordar o vivenciar la presencia de unos ojos salvadores que nos reconozcan al otro lado de la mirada, al otro lado del puente.

"-¡Ah! La esperanza... ese lacre que arrastráis los judíos.
-Peor es la fe y bien que cargas tú con ella.
-Yo soy un ideal, tú un fantasma. No es lo mismo, no es lo mismo...".
("Buenas noches, Sigmund")

Déborah Puig-Pey Stiefel, "Abrerrelatos".
Ed. Huerga & Fierro, 2017.



Xavi Rodríguez Ruera

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