"Después,
nuestra vida en común estuvo hecha de una especie de fervor
sigiloso, un fuego cautivo que prefería no vivir del todo, ni morir
del todo. Bendito acallamiento, ¡qué lejos del amor que lanza
salvas y toca campanas y canta mañanas! Bendito sea el amor de
Mordechai, lumbre inextinguible en la noche silenciosa que llamamos
vida: ¿qué otra razón tiene el amor, sino la de velar en el
trayecto hacia una mayor oscuridad?"
Mordechai. Una interpretación de la muerte
Deb Puig-Pey
Deb Puig-Pey
Fundación Max Aub, 2005
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