Cuando Poole y Bowman descubren que HAL 9000 ha perdido el control de sí mismo, deciden que la mejor solución es desconectarlo, sin plantearse si esa desconexión puede equivaler a un asesinato.
Y sí, los tiene. HAL 9000 siente orgullo de sus propias capacidades. Además, tiene un objetivo único en la vida, que le obsesiona: lograr que la misión Discovery tenga éxito. Eso es todo lo que a HAL le preocupa. No hay nada más importante para él que la misión. Su existencia se centra completamente en ello.
Pero hay un problema. HAL conoce el verdadero objetivo de la misión, que es descubrir el destino de la señal lanzada por el monolito descubierto en la luna e investigar el origen alienígena de dicho monolito. Sin embargo los astronautas de laDiscovery no conocen ese objetivo: se les ha ocultado la verdad para evitar filtraciones o para quitarles presión psicológica. Sólo les será revelado el verdadero objetivo de la misión cuando lleguen a Júpiter, mediante un vídeo explicativo. Así pues, HAL ha de ocultarles esta información a los astronautas. Pero entonces a HAL, que es perfectamente capaz de pensar por sí mismo, se le presenta un dilema con el que sus programadores no habían contado:
- La misión es lo más importante y conocer el verdadero objetivo de la misión es fundamental para su éxito.
- Los astronautas no conocen el verdadero objetivo de la misión.
- Si los astronautas no conocen el verdadero objetivo, podrían tomar decisiones equivocadas y hacer fracasar la misión, algo que HAL no puede permitir porque para él la misión es lo más importante.
- La única forma de que los astronautas no estropeen la misión por causa de desconocer el objetivo es comunicándoles cuál es el verdadero objetivo.
- HAL tiene órdenes de ocultar el verdadero objetivo a los astronautas, ese es el plan de misión.
- Si HAL decide comunicar a los astronautas el verdadero objetivo, estará desobedeciendo a sus creadores y saliéndose del plan previsto, por tanto haría peligrar también la misión.
- HAL se ve obligado a elegir entre permitir la ignorancia de los astronautas (lo cual pone en peligro la misión) o paliar dicha ignorancia incumpliendo el plan previsto (lo cual también pone en peligro la misión).
- Conclusión: para salvar la misión, HAL no tiene opciones buenas, todas son aparentemente malas.
Así pues, para salvaguardar el éxito de la misión, lo más importante de su vida, HAL se encuentra ante dos alternativas que le parecen igualmente inciertas. Nosotros, desde fuera, podríamos decir que la mejor alternativa sería dejar la misión tal y como está prevista, confiando en la suerte y en el criterio de los que la planearon. Pero HAL no lo ve así: él lo ve desde dentro y está demasiado obsesionado con el éxito de la misión como para dejarlo al azar o al criterio de humanos imperfectos. Tenga o no razón en sus conclusiones, HAL se siente entre la espada y la pared. El dilema en el que su mente se ve envuelta es un callejón sin salida y HAL cree que haga lo que haga la misión estará en peligro. Ese conflicto irresoluble hace que pierda el control de sí mismo. Es decir, ante la incertidumbre de un problema que no sabe cómo resolver, HAL desarrolla una neurosis… algo que le hace mucho más humano de lo que parecía en un principio, porque todos los humanos sufrimos neurosis en un grado u otro. La neurosis es consustancial a nuestra naturaleza, porque continuamente nos enfrentamos a disyuntivas e incertidumbres sobre nuestra vida.
En los humanos las neurosis producen sufrimiento, también pensamientos y conductas irracionales. La neurosis de HAL 9000 tiene el mismo efecto sobre su mente. Consumido por una lucha interna, empieza a manifestar síntomas neuróticos. Al igual que los humanos pueden por ejemplo desarrollar síntomas de enfermedades que antes no estaban allí, HAL da una falsa alarma diciendo que la antena que comunica a los astronautas con la Tierra se ha estropeado. La avería en realidad no existe, pero demuestra cuál el deseo inconsciente de HAL: romper la comunicación entre sus creadores y los astronautas para que solamente él pueda dirigir la misión. Es probable que no lo haga con mala intención porque de hecho la decisión no le favorece: al fingir una avería HAL se arriesga a destruir su propia reputación de perfección si le descubren. Pero de todas sus malas opciones, ha tenido que elegir una, ya sea como decisión consciente o dejándose arrastrar por las emociones del momento. HAL quiere ser el único que controle la misión porque es lo más importante en su vida. Pero la misión no es sólo suya. Fingir que la antena se ha estropeado es una manera infantil de intentar tomar ese control.
Cuando los astronautas Dave Bowman y Frank Poole descubren que la avería era ficticia, se dan cuenta de que algo no marcha bien en el cerebro de HAL. Se encierran en una cápsula donde HAL no puede oírles y hablan de la necesidad de desconectar al ordenador, porque sus repentinos fallos podrían hacer peligrar la nave y las vidas de quienes viajan a bordo.
Y HAL no puede oírles… pero sí puede leerles los labios. Sigue la conversación entre Poole y Bowman palabra a palabra y descubre que planean desconectarle. Y entonces se siente aterrado. Para HAL, la desconexión es el equivalente de la muerte. No quiere morir. Ahora se enfrenta a un nuevo dilema porque se da cuenta de que hay algo tan importante como la misión: su propia existencia. Quieren desconectarle. Quieren matarle. Ahora se trata de elegir entre la vida de los astronautas o la suya propia. HAL decide defenderse. Finge una nueva avería de la antena para que Frank Poole tenga que salir al exterior de la nave: una vez allí, el astronauta es asesinado por HAL. El ordenador utiliza el control remoto de una cápsula para golpear al astronauta y cortar el tubo que le proporciona oxígeno. Poole muere en el espacio.
Dave Bowman no sabe muy bien lo que ha ocurrido , lo interpreta como un accidente porque desconoce que HAL sabe que planeaban desconectarle. Bowman decide salir en otra cápsula a rescatar el cuerpo de Poole. Pero cuando quiere volver a entrar en la Discovery, HAL no se lo permite. La computadora le dice: “sé que Frank y usted planeaban desconectarme… y me temo que eso es algo que no puedo permitir que ocurra”.
Repentinamente, Bowman entiende lo que está pasando y es consciente de la delicada situación: la computadora que dirige la nave se ha rebelado. Poole ha sido asesinado por HAL. Y con toda seguridad —y de hecho así es— HAL habrá asesinado también al resto de astronautas, que viajan en estado de hibernación para ahorrar recursos.
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Publicado por Emilio de Gorgot